Prólogo
al Libro: Abogados jóvenes y el cine
Los
abogados en el cine, ¿buenos o malos?
José Ramón Narváez H.
Ciertamente
el título del libro que hoy muy honrosamente nos toca prologar esconde un doble
sentido, se trata de hablar de la figura del joven abogado en las películas
pero también son jóvenes abogados los que escriben, y desde la prolija
introducción de su coordinador, el entusiasta colega Eddy Chávez Huanca,
observamos ya que se presenta el trabajo como algo fresco y jovial, y a pesar
de que el cine tiene ya una vida centenaria, es peculiar que dentro de los
estudios jurídicos es algo todavía extravagante; aunque Estados Unidos y España
llevan ya unos 30 años en el tema sin lograr aun que ocupe un lugar importante
en curriculas y planes de estudio, en los demás países continua como un tema
periférico y extracurricular, aunque Perú y México parecen estar un poco más
adelantados no sólo con cursos sino también con publicaciones como la que nos
ocupa. También está por echarse a andar la Red Iberoamericana de Cine y Derecho
que podría vincular y potencializar todos estos esfuerzos.
Ahora
viniendo un poco más al tema de este libro, el primer problema al que nos
enfrentamos es el de definir la materia de estudio, es decir ¿qué es un
abogado?, porque si recurrimos a la etimología como “aquel que habla en
representación de alguien” tendríamos un sinfín de personajes que materialmente
ejercen tal acto, ahora bien podríamos ceñirnos a las imágenes que el cine nos
aporta respecto de profesionistas concretos, que cuentan con un título o al
menos autorización para tal ejercicio, de ese modo El abogado del diablo no dejaría ningún espacio a la duda,
podríamos también ocuparnos de los que aparecen en una sala de juicios o de los
profesores que en las películas enseñan en las escuelas de derecho, sin embargo
hay un sector menos claro pero a nuestro entender muy interesante como aquellos
personajes que en las películas toman las causas de los desvalidos bajo su
custodia, eso incluso nos remitiría a Antigona
de Sófocles, al Quijote de
Cervantes y al Mercader de Venecia de
Shakespeare, incluso en sus propias adaptaciones cinematográficas, y en ese
tenor de ideas incluso hasta renovaríamos la vocación del abogado porque la
gran diferencia entre el joven y el viejo abogado es el ideal inicial por la
justicia, el espíritu justiciero que se va perdiendo en la medida en que el
“sistema” te copta.
Pues
bien, el libro que ahora está delante, no sólo propone renovar nuestra vocación
como abogados sino que hace una propuesta lúdica y entretenida como es el cine,
basta leer el índice para darse cuenta de ello, se han elegido películas
comerciales que al final de cuentas son las que van generando un imaginario
colectivo respecto del abogado, no importa si es joven o viejo, porque la
sociedad no sabe mucho de nuestra frustración como gremio, le atrae si acaso el
tema de cómo es que el abogado joven erró el camino o en su caso se mantuvo
incólume o de plano renunció a ser abogado porque no hay abogado honesto, esta
imagen sobre el abogado sí debiera interesarnos porque es la que hoy por hoy
genera performativamente una expectativa sobre cualquier abogado en la tierra
respecto del asunto que sus clientes le plantean, según el cine, y creemos que
no tan alejado de la realidad, quien se acerca a un abogado ha de hacerlo con
cautela, pues no está en sus prioridades buscar justicia sino más bien
“manipular” al sistema.
No
es de extrañar que el cine, incluso el de animación vea en los abogados a unos
seres despreciables, dispuestos a todo si es que se les llega al precio,
ciertamente los courtroom drama a veces nos presentan algunos abogados
que se desisten e incluso llegan actos de heroísmo, como en Justicia para todos (Norman Jewison,
1979), es más, resulta rentable mostrar a través del cine la transformación del
abogado codicioso en un abogado altruista como en El defensor (Brad
Furman, 2011), pero lo cierto es que en el imaginario popular el abogado parece
pertencer a una clase de persona que no piensa en los demás sino en sí mismo.
En la
película de dibujos animados Bee movie (Simon J. Smith y Steve Hickner,
2007) una abeja que simboliza las expectativas y anhelos humanos, rompe las
reglas y comienza a comunicarse con ellos, se da cuenta de la explotación
laboral que viven los de su clase y se propone llevar el asunto ante los
tribunales siendo él mismo el abogado, el caso se gana pero eso atrae una
consecuencia negativa para el ecosistema pues se termina parte de la
polinización, las abejas tendrán que regresar al trabajo pero ahora habrán
ganado reconocimiento y derechos. La abeja abogado monta su despacho para
atender otros animales en la misma situación, en un determinado momento debe
dejar a cargo del despacho a su socio “el mosquito” quien atenderá a una
desvalida vaca que se queja de ser explotada por los humanos, el abogado abeja
informa a la vaca que su colega la atenderá, la vaca se nota desconfiada:
- ¿También
eres abogado?
- (el
mosquito responde) Bueno, ya era un parasito chupasangre, sólo me faltaba el
portafolios
Este
tipo de gags son muy recurrentes en
todas las culturas, ¿por qué será que el abogado pasó de ser un referente
social a un personaje del que hay que cuidarse? Y esta pregunta lleva a otras
igual de interesantes ¿corresponde este imaginario a la realidad?, ¿qué podría hacerse
para cambiarlo?, ¿tendríamos que hacer algo para cambiarlo o no es parte de
nuestras tareas? Y como lo habrá intuido más de uno, parece que sí habría que
empezar a hacer algo para terminar con los chistes de abogados, no es que no
debamos ironizar con nuestra profesión al contrario deberíamos ser más críticos
y menos ilustrados, pero el que exista una imagen negativa de la profesión no
es culpa del cine o de la cultura popular, es el reflejo quizá generalizado,
estereotipado y si se quiere desproporcionado, de una realidad de la cual
deberíamos estar conscientes y en su caso intentar cambiar, creemos que este
libo puede llevar en alguna medida a tal propósito, así que les auguramos una
feliz, entretenida y reflexiva lectura.
Para adquirir este libro: http://grijley.com/index.php?route=product/category&path=100